Esta mañana con un reciclador

Caminando, me encuentro con Julio
Colina, reciclador. Al lado del bote de basura tiene separados, un frasco de
perfume, una bolsa con papel, una caja vacía de Johnny Walker y una botella de
plástico. No alcanaza ni para un kilo, la unidad de peso por la que le pagan, de
acuerdo al material, en la recicladota a donde vende sus productos.
“Me toca
escarbar en la basura y buscar lo que me sirve para reciclar”, me dice Colina,
mientras yo observo los alrededores, una bolsa de basura abierta y dos pedazos
de caca junto a ella en el suelo, y no puedo evitar preguntarme, si a Julio le
tocó sacar los largos y secos pedazos también de la basura, para buscar los
elementos que le dan el sustento a el y a su familia. “Sería más fácil si
hubiera una bolsa aparte con los materiales que se pueden reciclar” me comenta.
Y yo pienso, será que en el barrio Villa Country, las amas de casa podrían tener
dos basureros y organizarse, para hacerle el trabajo mejor a los recicladotes y
así contribuir a un medio ambiente más sano?