Y al ratico aparece un cuarteto.
Alegres, me cuentan que hoy cumplen 12 años de reciclar, y los felicito.
Con el carrito lleno, se dirigen a la compraventa a recoger lo suyo.
"Ya nos conocen en el barrio" me dice el mayor, "Nos regalan ropa y nos tienen el reciclaje guardadito".
Yo le cuento acerca de mis planes de convertir a mi edificio en el primero de la cuadra con un tanque de basura separado con los objetos a reciclar,
para que ellos no tengan que escarbar por ellos en la basura.
El me mira, como analizándome y me dice "Que dios me la bendiga".
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